EMBLEMA

Nuestro emblema

UN SÍMBOLO DE ESPERANZA PARA LA HUMANIDAD

SE USA PARA

PROTEGER

Al personal sanitario y religioso.

Al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

INDICAR

El emblema identifica personas o bienes que tienen vínculo con el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

NO SE DEBE UTILIZAR PARA

IMITAR

Ningún tercero debe usar signos que puedan dar lugar a confusiones con el emblema de la Cruz Roja.

COMETER PERFIDIA

Las partes en conflicto tienen prohibido usar el emblema para atacar simulando la condición de persona protegida. Hacerlo es una infracción al Derecho Internacional Humanitario.

USURPAR

Quien no haga parte del personal autorizado sanitario, religioso o del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, tiene prohibido el uso del emblema.

La Cruz Roja vio la luz por iniciativa de un hombre llamado Henry Dunant, quien socorrió a los soldados heridos en la batalla de Solferino, en el año 1859, y luego hizo continuas gestiones ante los líderes políticos para que tomasen más medidas de protección en favor de las víctimas de la guerra. Sus dos ideas principales eran la formulación de un tratado por el cual se obligase a los ejércitos a prestar asistencia a todos los soldados heridos y la fundación de Sociedades Nacionales que ayudasen a los servicios sanitarios de los ejércitos.

La primera propuesta preparó el camino para la elaboración de los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, hoy aceptados en todos los estados. La segunda propuesta se materializó mediante la creación de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja; actualmente, existen 190 Sociedades Nacionales reconocidas por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La aprobación de un único signo distintivo, que confiriese protección jurídica a los servicios sanitarios de las fuerzas armadas, a los socorristas voluntarios y a las víctimas de los conflictos armados, era uno de los principales objetivos del comité de cinco miembros, que se reunió el 17 de febrero de 1863 para examinar las propuestas de Dunant. Más adelante, el comité había de transformarse en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El signo o emblema, como se lo denominó más tarde, debía ser sencillo, identificable desde lejos, conocido por todos e idéntico para amigos y enemigos.

Una conferencia diplomática, celebrada en Ginebra en agosto de 1864, aprobó la cruz roja sobre fondo blanco, los colores de la bandera suiza invertidos. Sin embargo, en la guerra entre Rusia y Turquía de 1876 – 1878, el Imperio Otomano declaró que utilizaría la media luna roja, aunque convino en respetar el signo de la cruz roja de la parte adversaria.

De conformidad con el derecho internacional, los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja deben ser plenamente respetados. Sin embargo, a veces, se considera que los emblemas tienen una connotación cultural, religiosa o política, lo que pone en peligro la protección que confieren a las víctimas de los conflictos armados, a los servicios sanitarios de las fuerzas armadas y a los colaboradores humanitarios.

Además, hasta hace poco, las Sociedades Nacionales que no deseaban utilizar ni la cruz roja ni la media luna roja no podía ser reconocidas como miembros de pleno derecho en el Movimiento. A su vez, esto impedía al Movimiento lograr la universalidad, uno de sus Principios Fundamentales, y permitía que continuasen proliferando los emblemas.

Para resolver esos problemas, se propuso introducir un emblema adicional que fuese aceptable para todas la Sociedades Nacionales y los Estados. Esa idea, firmemente apoyada por el Movimiento, se hizo realidad en diciembre de 2005, cuando una nueva conferencia diplomática reconoció al cristal rojo como signo distintivo, junto con la cruz roja y la media luna roja; estos emblemas se usan a título protector y a título indicativo y sólo pueden usarse con autorización.